La Inteligencia Emocional como Vehículo a la Felicidad.
La sociedad actual demanda cada vez más alternativas para mejorar su vida
personal y profesional. El anhelo por conseguir una vida más feliz y un entorno
de vida más saludable se empieza a convertir en una prioridad para los seres
humanos. Es por ello que deseo difundir los beneficios de la inteligencia
emocional (IE) como el vehículo más completo para alcanzar la felicidad.
Las emociones han sido hasta hace poco un mundo poco explorado ya que las
sociedades han inculcado la mecanicidad como estilo de vida, siendo éste
totalmente incompatible con el mundo emocional y con la conexión del Yo
Interior. La inmersión absoluta en una rutina y el rápido ritmo que se lleva en
estos tiempos dificultan o ralentizan el proceso personal, impidiendo que las
personas retomen las riendas de su vida. Es por ello que el primer paso para
alcanzar la felicidad ha de ser el de desconectar el “piloto automático” y
empezar a tomar conciencia de uno mismo y de su alrededor; re-aprender a
utilizar los 5 sentidos para ver, respirar, escuchar, saborear y sentir.
Conseguir esta conciencia permitirá conectar con la energía interior y, de este
modo, se aprenderá a escuchar a la parte emocional, la que tiene toda la
información necesaria para reconducir nuestra vida en el camino que realmente
se desea.
Se podría decir que la emoción es una señal que indica si los pasos que se
están tomando son los correctos o no. Si se ignora la señal emocional, volverá
a aparecer de la misma forma o disfrazada en forma de dolencias físicas o
enfermedades hasta que la persona tome conciencia y aprenda a escucharla.
Por ello, es de suprema importancia escuchar estas señales cuando aún están
en un estado emocional, evitando así que se traspase al cuerpo físico. De esta
forma, uno se va adentrando en la primera etapa de la IE: el auto conocimiento.
El auto conocimiento consiste en ver la realidad de cada uno, en ver su pura
esencia sin reprimirla ni disfrazarla. Al empezar a reconocer emociones,
reflexionar acerca de su significado y expresarlas honestamente, la persona
comienza a quitarse máscaras y dejar atrás las manipulaciones que una vez
fueron automáticas e inconscientes, consiguiendo así un mayor respeto y valor
por todos los aspectos de su ser.
Tras haber iniciado los primeros pasos en el auto conocimiento, la persona
evoluciona y avanza en su camino, adentrándose en el mundo de la
autorregulación, que es la capacidad del ser humano para soportar cierto nivel
de estrés emocional y combatirlo o manejarlo con las herramientas apropiadas,
sin que ello resulte en un completo desequilibrio emocional. Pese a que la
autorregulación debería haber sido adquirida a lo largo del proceso evolutivo, la
aparición de mecanismos de defensa psicológica impiden en numerosas
ocasiones el desarrollo de ésta. Es por ello de suma importancia aprender a
regular las emociones de manera que no se conviertan en un problema para el
ser humano.
Una vez conseguida la autorregulación, uno es capaz de rescatar aquellas
emociones que le son útiles para un fin concreto.
Superadas estas tres etapas iniciales enfocadas exclusivamente hacia el desarrollo personal, la
persona inicia el camino a la adaptación social, comenzando por desarrollar
sus habilidades empáticas que ayudan a reconocer las emociones en los
demás.
Al pasar por todas las etapas de la Inteligencia Emocional, la persona va
adquiriendo todas las habilidades necesarias para su desarrollo personal,
proporcionándole la autonomía necesaria para crear o manejar su propio
entorno y combatir imprevistos, lo que resultará en un gratificante estado de
plenitud y felicidad.
AUTORA: Samar Cajal
REVISTA: El portal de la Inteligencia Emocional.
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