jueves, 20 de mayo de 2010

BUDISMO E INTELIGENCIA EMOCIONAL

En primer lugar se observó que el cerebro se comporta de forma distinta con cada una de estas meditaciones. También se observó que el meditador mostraba un patrón de funcionamiento neuronal más estable que el observado en otros individuos no entrenados. Es decir, que se concentraba mejor en la actividad mental que realizaba en comparación con la mayoría de la gente, por lo que sus datos tenían menos “ruido.
se detectó que cuando el meditador se concentraba en generar un sentimiento de compasión por los demás, la zona del cerebro conocida como “gyrus frontal izquierdo” mostraba una gran actividad eléctrica gamma . Esta zona se había identificado, en experimentos previos, como una zona donde residen los sentimientos positivos como la alegría, el entusiasmo y la energía.

Como lo plantea Daniel Goleman estos datos resultan de gran importancia, pues plantean la posibilidad de una educación emocional. Es decir, "nuestro estado anímico promedio no es una constante con la tenemos que vivir irremediablemente el resto de nuestra vida. Podemos entrenar y cultivar cualidades humanas positivas como el amor y la compasión, experimentando con ello un estado de gozo y felicidad".

Se puede decir que los beneficios de la meditación resultan cada vez más evidentes para la ciencia, y se confirman los beneficios de la meditación que describen los libros clásicos del budismo.hay otros estudios que muestran que estos beneficios son patentes desde el entrenamiento inicial en la meditación. No es necesario ser un virtuoso de la mente para obtener frutos desde el principio. Eso sí, hay que ser constante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario